Fuente: Porcicultura
- En Chile anunciaron que se han autodeclarado como libres de PRRS en su porcicultura, esto luego de trabajos iniciados en 2003 y con mayor énfasis hacia 2014; aplaudieron el esfuerzo sinérgico entre productores, academia, industria y gobierno para blindar a la producción porcícola nacional.
A través de su Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Chile se autodeclaró como libre del virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRS), concluyendo así una serie de esfuerzos comprendidos dentro de su plan de erradicación, el cual inició hace una década.
Las autoridades explicaron que la eliminación de esta enfermedad en el sector resulta importante, ya que provoca daños significativos en el área reproductiva, mermando el desempeño de las hembras con abortos e incluso deficiencias en los lechones.
A esto se suma el impacto directo en el rendimiento de los cerdos, causado por su carácter de padecimiento respiratorio, lo que debilita el sistema inmune de los animales y los vuelve más susceptibles a otras amenazas sanitarias.
Colaboración entre productores, industria, médicos y academia
El director nacional del SAG, José Guajardo Reyes, aseguró que la erradicación del PRRS fue posible gracias a la colaboración del organismo, en conjunto con los productores, médicos veterinarios e incluso académicos, que sumaron esfuerzos para lograr un mayor alcance en la estrategia.
Chile ya había llevado a cabo un plan de eliminación exitoso que se extendió de 2003 a 2007, obteniendo en 2013 una declaratoria como libre por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), sin embargo, en ese mismo año se detectó un nuevo brote.
Por este motivo, en 2014 el gobierno chileno lanzó su ahora exitoso Plan Oficial de Control y Erradicación del virus, el cual estaba basado en una sinergia entre el Ministerio de Agricultura de ese país, el SAG, la Asociación de Productores de Cerdos (ASPROCER) y los participantes dentro de la industria porcina.
Durante el año pasado, se implementaron acciones de vigilancia para demostrar la ausencia de la enfermedad a nivel nacional, desarrolladas con base en los lineamientos de la OMSA, mismas que arrojaron solo resultados negativos al padecimiento; durante todo este proceso, no se autorizó el uso de vacunación.
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