Marlene Luttmann1 , Shayan Rahimian1 , Javier Prieto2
1 Product Manager
2 Veterinario y nutrólogo – Miavit
En la actualidad, podemos encontrar numerosos adsorbentes de micotoxinas diferentes en el mercado, pero no todos ellos son igualmente de efectivos. En este artículo, explicaremos las principales características que debe reunir un buen adsorbente.
En primer lugar, debemos diferenciar tres categorías de aglutinantes de micotoxinas.
- Básicos: aquellos que consisten únicamente en un aluminosilicato.
- Segmento medio: que son aluminosilicatos más un fitogénico que ayuda a paliar los efectos de las micotoxinas sobre el sistema hepático y/o reduce el daño hepático.
- Premium: a base de aluminosilicato, más fitogénicos y se les añaden enzimas u otros compuestos, como bacterias, que ayudan a desintoxicar biotransformar algunas micotoxinas a compuestos no tóxicos.
En cuanto a los aluminosilicatos, podemos encontrar diferentes calidades en el mercado:
Las bentonitas son un tipo de aluminosilicatos de origen volcánico con tres capas (estructura laminar 2:1), pero ¿por qué estas estructuras son especiales? Esto se debe, en primer lugar, a que son capaces de hincharse y retener ciertos compuestos tóxicos, como micotoxinas y endotoxinas. Además, adsorben y retienen ciertos compuestos tóxicos y endotoxinas, ya que tienen capacidad de intercambio de cationes y aniones con dichos compuestos.

Como bien es sabido, no todos los aluminosilicatos son iguales. Varios de ellos se utilizan como adsorbentes, por ejemplo, las llamadas Clinoptiolitas o Zeolitas. Existen varias clasificaciones para los minerales arcillosos, pero es muy importante saber que no todos los minerales arcillosos son buenos adsorbentes de micotoxinas. Por ejemplo, cuando hablamos de Zeolita, debemos saber que tienen una forma diferente a las láminas (filosilicato). Estos compuestos tienen una estructura de tamiz poroso, por lo que son capaces de adsorber micotoxinas. Sin embargo, este poro es muy pequeño, por lo que prácticamente solo absorben micotoxinas en la superficie. Además, apenas se hinchan en contacto con el agua, por lo que la superficie queda prácticamente igual.
Existen otros compuestos que también se utilizan como adsorbentes, como las vermiculitas, pero estas no se hinchan demasiado, por lo que su potencial se reduce.
Las caolinitas, por otro lado, se hinchan un poco más. No obstante, es un silicato de 2 hojas por lo que la capacidad de hinchamiento no es comparable con una bentonita. Al mismo tiempo, su capacidad para fijar cationes es baja.
Para adsorber una micotoxina, lo que hace el adsorbente es fijar la micotoxina a través de enlaces estables. Si este enlace no es estable, la adsorción ocurrirá en áreas de pH bajo (estómago y molleja) y ocurrirá una desorción subsiguiente a pHs altos (intestino). Por tanto, de los aluminosilicatos existentes, la bentonita es la mejor opción, ya que en comparación con otros ligantes tiene una mayor superficie para un mayor intercambio catiónico y tiene un alto contenido de esmectita, lo que vamos a explicar más adelante.

En resumen, son varias las cualidades que resumen un buen aluminosilicato: Tamaño de poro, capacidad de hinchamiento y capacidad de intercambio catiónico. Las bentonitas tienen los 3. Pero también, dentro de las bentonitas existe una característica que definirá considerablemente su actuación futura: la pureza.
Una bentonita de fondo es una mezcla de minerales que tiene, entre otros componentes, esmectita, que es parte de la estructura laminar 2:1 propiamente dicha. Los demás son impurezas, como ópalo, feldespato, cuarzo y calcita.
La Normativa Europea es muy estricta en este sentido. Para que una sustancia sea adsorbente, se necesita más del 70% de esmectita. Cuando un aditivo pasa este nivel deja de ser una bentonita normal y se convierte en “montmorillonita”. También tiene que tener un nivel muy bajo de impurezas, como ópalo, feldespato y cuarzo, que limitan su capacidad de adsorción. Si cae por debajo de estos niveles solo sirve, desde un punto de vista legal y práctico, como aglutinante. Incluso las bentonitas que se venden como aglutinantes en el mercado tienen que incluir niveles de esmectita de al menos el 50%.
Por otro lado, además de cumplir estas condiciones en su composición, 200 g de esta montmorillonita debe ser capaz de absorber 4000 ppbs de aflatoxina a pH 4. Con ello, los aditivos están totalmente testados como adsorbente de micotoxinas según la Unión Europea.
En cuanto al segmento medio de adsorbentes de micotoxinas: existen varios compuestos fitogénicos con diferente modo de acción. Este artículo describe el modo de acción de los compuestos fenólicos que sirven para reducir el estrés oxidativo. Este se produce a nivel de la membrana de los enterocitos en general, pero en particular de los enterocitos y hepatocitos.
Las micotoxinas van a provocar estrés oxidativo, provocando la producción de radicales libres que deben ser neutralizados para no dañar las membranas. En las membranas de estas células, nuestro organismo dispone de un sistema muy interesante a base de vitamina E y vitamina C, que neutralizan estos radicales libres. Además, recuperan la vitamina E al oxidar la vitamina C y hacen lo mismo con la vitamina C gracias a la acción de la glutatión-peroxidasa y la superóxido dismutasa, con que se puede estabilizar una membrana celular que ha comenzado a sufrir de estrés oxidativo. Esto es muy importante, ya que la membrana celular está formada por ácidos grasos. En cuanto uno de ellos se oxida, y en ausencia de estos compuestos, puede ocurrir una reacción en cadena que desestabilice toda la membrana.

Los compuestos fenólicos, por ejemplo (Hidroxitirosol y extracto de romero), son compuestos similares a la vitamina E, con un anillo bencénico y varios grupos OH. Por eso se les llama polifenoles. Estos polifenoles son compuestos muy estables, capaces de “ser alterados” sin estrés, a diferencia de los radicales libres. Además, también se pueden alterar de diferentes maneras para reducir el estrés oxidativo:
1 Cediendo un grupo hidrógeno.
2 Cediendo un electrón.
3 Quelando metales.


Los compuestos fenólicos ideales para incluir en un adsorbente de micotoxinas también pueden servir, junto con la vitamina E, para estabilizar la membrana celular (por ejemplo, el ácido carnósico, del romero, muy liposoluble y el hidroxitirosol, del aceite de oliva, más hidrosoluble). Por eso, se ubican en cadena para eliminar el estrés oxidativo, como compuestos intermedios, en las reacciones de oxidación reducción. Finalmente, los adsorbentes de micotoxinas premium tienen enzimas y bacterias capaces de inactivarlas, ya sea directamente por enzima o por enzima producida por bacterias. Es importante mencionar que el metabolito o metabolitos secundarios en los que se transforma la micotoxina original no debe de producir daño en el organismo.


(Microcoat Biotechnology, Bernried, 2017)


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