Fuente: Gestión
El consumo de carne de cerdo pasó de tres a nueve kilos per cápita en nuestro país, según la Asociación Peruana de Porcicultores (Asoporci). Estos datos indican que el consumo se triplicó y este crecimiento se debe a que la carne de cerdo es demandada no solo por los mercados de abastos, restaurantes o industrias de embutidos, sino que nuevos sectores han duplicado su consumo tras la pandemia como los servicios de catering -por ejemplo- ante el aumento de los eventos sociales.
Ana Trelles Ponce, gerenta general de la asociación que agrupa a empresas dedicadas a la crianza, alimentación y comercialización de cerdos, detalló que si un inversionista o emprendedor está pensando iniciarse en la porcicultura, lo primero que deberá tomar en cuenta es buscar un espacio alejado de las zonas urbanas en la que pueda desarrollar la granja porcina.
El reglamento sanitario porcino del Senasa establece que dos granjas porcinas no pueden estar juntas dentro de una misma zona, por el contrario tienen que estar a un kilómetro de distancia cada una. Así, si el emprendedor está dispuesto a desarrollar su granja en Cañete, por ejemplo, primero deberá averiguar en el municipio si es que hay otras granjas cercanas a la zona en la que desarrollará el negocio.
Cuando este paso se cumple, la municipalidad -explicó la ejecutiva de Asoporci- le da permiso para establecerse como zona de producción pecuaria. Posteriormente, se solicita al Senasa una inspección para que sus peritos verifiquen que la zona está autorizada para producción pecuaria.
Normalmente se empieza con 100 a 50 madres productoras, que implica una inversión que podría llegar a los US$ 500,000 en caso de optar por la adquisición de 100 madres productoras. “Las granjas de los asociados generalmente son de 200 a 1,000 madres productoras. La más grande que tenemos en el país es de la empresa Redondos, que apostó por el cerdo y que tiene 20,000 madres productoras”, mencionó la representante del gremio de porcicultores.
El retorno de la inversión es al año y 14 meses, tomando en cuenta que una marranita -recién- a los ocho meses puede estar disponible para ser servida o inseminada. De allí son casi cuatro meses de gestación (16 semanas). De una madre productora nacen entre 12 a 17 lechoncitos.
Todos estos lechoncitos son destetados a los 21 o 23 días y tras ello empieza el proceso de engorde, que toma cinco meses. “Esos lechoncitos que nacieron con un kilo y medio llegan a la planta de faenamiento(camal) con 100 a 110 kilos. Esa es una producción intensiva”, señaló.
Una madre productora -cabe precisar- puede producir hasta 4,000 kilos de carne de cerdo año. “Si tengo 1,000 madres en producción quiere decir que se va a tener -aproximadamente- 12,000 cerdos para producción (comercialización) y al final del año se va a vender cerca de3 millones de kilo de carne cerdo con esa granja”.
Un punto a añadir a la inversión es el costo que demanda la alimentación de estos animales la que debe ser balanceada y que -actualmente- su valor está al alza. Estos se alimentan de maíz, soya, aditivos, afrecho y suero de leche para los lechoncitos.
Generalmente los empresarios que se dedican a esta actividad tienen una cartera de clientes a los que se les vende las carcasas de cerdo o se las ofrecen a plantas de embutidos; mayoristas de los mercados; restaurantes; entre otros.
11 regiones libres de Peste Porcina Clásica
En la víspera, el Senasa declaró a los departamentos de Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Loreto, Madre de Dios, Moquegua, Puno, San Martín, Tacna y Ucayali como zona libre de peste porcina.
Miguel Quevedo, jefe del Senasa, indicó que la Peste Porcina Clásica es una enfermedad que puede generar la mortalidad del 90% de la población porcina en una granja. A la fecha, agregó que hay cerca de 600,000 productores dedicados a la porcicultura con 4 millones de cerdos, de los cuales el 80% son pequeños productores.
“Hace 10 años iniciamos un programa con el BID para controlar y erradicar la peste porcina. Como parte de ello, se llevó a cabo una vacunación intensiva en todas las regiones del país. Con el paso de los años, se han hecho estudios epidemiológicos y se ha podido determinar que en estas 11 regiones ya no está presente esta enfermedad. Por eso vamos a liberar la vacunación, con los cual los productores tendrán mayores condiciones para seguir produciendo cerdo”, puntualizó.
A reglón seguido, afirmó que para acceder a mercados internacionales, la PPC era un impedimento para el ingreso del cerdo peruano al mercado internacional así como la fiebre aftosa. En el caso de esta enfermedad, en el Perú ya está erradicada mientras que respecto a la PPC, para el Senasa se está en camino para su erradicación a nivel nacional la que será posible en los próximos años”.
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