Factores relacionados con salud intestinal

Algunos desafíos también interfieren con la salud intestinal: baja calidad de insumos (peróxidos, soya mal procesada), estrés por calor, almacenamiento inadecuado, bioseguridad, etc.

Autor: Cristian Uculmana
Coordinador Técnico Regional Olmix
cuculmana@olmix.com

En situaciones comerciales tenemos que hacer frente a diferentes agentes que interfieren con el cuidado de la salud intestinal: micotoxinas, hongos, bacterias, virus, parásitos. Algunos desafíos también interfieren con la salud intestinal: baja calidad de insumos (peróxidos, soya mal procesada), estrés por calor, almacenamiento inadecuado, bioseguridad, etc.

Es importante conocer cómo funciona la inmunidad intestinal y luego en donde se espera que los agentes y desafíos ocasionen los mayores daños para tomar decisiones nutricionales y de manejo más acertadas.

Inmunidad intestinal

El mecanismo de defensa a nivel intestinal está compuesto por una serie de barreras:

a) La primera barrera es la microbiana. Se conoce que muchos de los microorganismos presentes en el tracto gastrointestinal realizan funciones que son esenciales en la fisiología del anfitrión, a pesar de esto, el sistema inmune del huésped debe controlar la comunidad microbiana a fin de mantener una relación interdependiente benéfica para ambos. La barrera microbiana genera una cascada de interacciones inmunológicas y metabólicas que generan condiciones desfavorables para la colonización por patógenos entéricos, fenómeno conocido como “resistencia a la colonización”.

b) La segunda barrera es la química. Una doble capa de moco recubre todo el epitelio intestinal; la superior proporciona el entorno para que la microbiota deseada sobreviva (barrera microbiana) y la capa interna es la que permanece relativamente estéril gracias a la producción de péptidos antimicrobianos.

c) La tercera es la barrera física proporcionada por las células epiteliales. El epitelio incluye enterocitos, células caliciformes (que producen el mucus), células de Paneth (que sintetizan péptidos antimicrobianos) y células madre. Además, existen un conjunto de proteínas que dan unión a estas células y ayudan a formar una superficie continua. Estas proteínas son: claudinas, ocludinas y proteínas de la zona de oclusión, y conforman las denominadas “uniones estrechas”.

d) La cuarta barrera es la inmunológica. Se encuentra en la lámina propia y contiene a las células encargadas de dar el soporte para la respuesta inmune. Estas células son: macrófagos, células dendríticas, células de la familia T, linfocitos y moléculas (citoquinas y quimiocinas). Cuando cualquier agente perjudicial logra romper alguna de las barreras inmunitarias mencionadas anteriormente, existirá un deterioro en el tracto gastrointestinal que puede generar los siguientes efectos perjudiciale.

Alteración de la microbiota

Se conoce que la microbiota tiene una capacidad metabólica comparable con la del hígado. Desde hace mucho tiempo se ha vinculado la población microbiana con la salud intestinal y con el rendimiento productivo. Recientemente, con los avances y tecnologías en biología molecular se sabe que animales alimentados con antibióticos promotores de crecimiento desarrollan una microbiota diferente (en cuanto a estructura y diversidad), y precisamente es esta comunidad la que direcciona más efectivamente los nutrientes hacia el anabolismo (especies microbianas capaces de extraer más calorías de los insumos vegetales).

En general, las características de las bacterias promotoras de salud intestinal podrían incluir:

• La regulación positiva del sistema inmune del huésped.
• La producción controlada de mucina para mantener una adecuada integridad intestinal y mayor lubricación de los enterocitos.
• La adecuada tasa de renovación de las vellosidades intestinales.
• El control de crecimiento de bacterias potencialmente patógenas.
• Producción de vitaminas del complejo B y vitamina K.

Estas funciones fisiológicas indudablemente promueven la salud intestinal del huésped; sin embargo, todos estos procesos consumen energía por lo que se puede esperar que haya una competencia incluso con el mismo huésped, razón por la cual debe haber un manejo nutricional muy cuidadoso e incluso se está avanzando en contemplar los requerimientos de energía y de aminoácidos de una microbiota ideal.

Los requisitos nutricionales de las bacterias dependen de la especie. Existen más de 1000 especies de bacterias a lo largo de todo el TGI, algunas tan simples que solo necesitan un espacio para crecer ya que son capaces de producir todas las biomoléculas para su crecimiento y desarrollo; y otras tan exigentes que no pueden crecer si los AA, vitaminas y muchos otros compuestos no están disponibles en el entorno del crecimiento. Se han realizado análisis de la cantidad de proteína que necesitan las bacterias del género Lactobacillus y se estima que pueden consumir del 3 al 6% de la proteína total de la dieta. En contraste, E. coli es independiente de cualquier AA exógeno y es capaz de crecer solo con azúcar y minerales, razón por la cual es tan frecuente la disbacteriosis conocida como colibacilosis cuando hay un desbalance simple a nivel de salud intestinal.

Disbacteriosis: es un desequilibrio en la microbiota intestinal como consecuencia de un daño intestinal. Da como resultado una absorción deficiente de nutrientes en el intestino, lo que empeora la conversión alimentaria y reduce el peso vivo. La manifestación varía dependiendo de la severidad, pero generalmente se caracteriza por un delgazamiento de la pared intestinal, sumado a contenidos intestinales gaseosos y aguados. La disbacteriosis puede deberse a un desafío sanitario, estrés ambiental o problemas nutricionales. Una herramienta para evitar alguna disbacteriosis es mejorar la actividad enzimática, así llega menos sustrato al segmento distal del TGI y existe una modulación nutricional de la microbiota.

Alteración en las uniones estrechas

Otro tema que está siendo muy estudiado en los últimos años son las uniones estrechas. Por definición, las uniones estrechas son un grupo de proteínas (las principales son la ocludina y la claudina) que van a dar anclaje a los enterocitos y es por donde se realiza la absorción paracelular (las sustancias no entran directamente por el enterocito sino a través de estas uniones). Se ha comprobado que algunas micotoxinas causan un deterioro muy marcado en estas proteínas, el resultado final es: pérdida de la integridad intestinal y por tanto pérdida en la producción; además, puede haber una contaminación por bacterias presentes a nivel de lumen que pueden atravesar el epitelio más fácilmente.

Existen algunos aditivos nutricionales que tienen un efecto a nivel de nutrigenómica para la síntesis de estas proteínas. La nutrigenómica, en términos generales, es la capacidad que tienen ciertos nutrientes para modificar la síntesis de determinadas proteínas y así influir directamente en el metabolismo. Debido a que las fumonisinas también ocasionan alteraciones en las uniones estrechas, un secuestrante de micotoxinas que pueda capturar a estas toxinas trabajará indirectamente en el cuidado de estas uniones.

Recomendaciones finales

• La integridad intestinal está relacionada con una mayor productividad y rentabilidad.
• Una alteración de la salud intestinal puede ocasionar una disbacteriosis y también un deterioro de las uniones estrechas.
• Formulación de precisión. Preferir trabajar con requerimiento de AA digestibles y solo tener como referencia el requerimiento de proteína total.
• Cuidado de la salud de órganos anexos: hígado, páncreas.
• Debemos entender las causas y consecuencias del deterioro del sistema digestivo para poder tomar mejores decisiones a todo nivel: logístico (proveedores, tiempo adecuado de saca), operativo (producción, limpieza y desinfección, rotaciones) y nutricional (aditivos, formulación de precisión).
• Es inevitable que en los próximos años los países de Latinoamérica tengan que suspender definitivamente el uso de antibióticos promotores de crecimiento, sobre todo por las barreras de comercio internacional y los estándares cada vez más altos de exportación de productos alimentarios. Nuevas herramientas nutricionales y la bioseguridad serán los puntos más importantes por atender.

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