Autor: Hernán García Valdeavellano / Punto Focal Nacional de la OIE para la Comunicación
El Perú recibió de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en inglés), el certificado de reconocimiento como país libre de perineumonía contagiosa bovina, una de las tres grandes plagas históricas mundiales (junto con la fiebre aftosa y la peste bovina).
La enfermedad asalta a bovinos y búfalos de agua, es altamente contagiosa, con un porcentaje de mortalidad de hasta el 50%, por lo que de presentarse dejaría importantes pérdidas económicas para la agricultura familiar y el país.
La OIE certifica oficialmente zonas libres para siete enfermedades prioritarias, reconocidas también por la Organización Mundial del Comercio (OMC), para garantizar la transparencia de la situación zoosanitaria en el mundo, incluyendo las zoonosis (enfermedades transmisibles al ser humano).
El Perú, a través del trabajo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), cuenta con el reconocimiento de seis de las siete enfermedades prioritarias mencionadas. Estas son: perineumonía contagiosa bovina, fiebre aftosa, peste bovina, peste equina, peste de los pequeños rumiantes y encefalopatía espongiforme bovina (enfermedad de las vacas locas).
Solo nos falta ser reconocido como país libre de Peste Porcina Clásica (PPC). Para lograrlo, el Senasa desarrolla la fase de control y erradicación de la enfermedad, que requiere del esfuerzo conjunto de toda la cadena productiva (porcicultores, industria porcina, servicios veterinarios, etc) destacando los de crianza familiar. Para este año se tiene programada la vacunación contra esta enfermedad de 3’267,698 porcinos, beneficiando a 198,627 productores.
Con el reconocimiento de zonas libres, las principales beneficiadas son familias y comunidades dedicadas a la crianza de animales de consumo, porque al no existir áreas protegidas desaparecen las restricciones en la movilización interna de animales, reduciendo los costos de producción. Existen más beneficios. El Perú al ser país libre de fiebre aftosa sin vacunación, evita gastar diez millones de dólares anuales en el control y erradicación de esta enfermedad, la cifra no considera el ahorro que representa el no uso de personal para las inoculaciones.
Al adquirir y conservar su estatus oficial, un país contribuye a promover la salud pública y animal en el mundo, ganando la confianza en el intercambio comercial y de los potenciales socios de la comunidad internacional.
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