Diarrea infecciosa en lechones: ¿Cuánto sabemos sobre esta enfermedad que afecta a nuestra porcicultura?

Autor: M.V. Manuel Albetis Apolaya

Docente Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia – UNICA
Asistente Técnico Veterinario de FARVET

Introducción
La diarrea de los lechones es una de las enfermedades más frecuentes en la producción porcina moderna, esta enfermedad puede estar asociada a una alta mortalidad en la granja, pero lo que muchas veces no percibimos es que también está asociada a una disminución en la tasa de crecimiento y un aumento al uso indiscriminado de antibiótico, incrementando los costos por tratamientos en la producción de la granja de cerdos (Sjölund et al., 2014).
Cuando estamos frente a un brote de diarrea debemos considerar que podemos estar frente a un cuadro de diarreas no infecciosas (estrés, mal manejo, mala nutrición) que hace que los lechones sean más susceptibles a enfermarse, como una causa primaria. Un brote de entérico también puede estar asociado a agentes infecciosos como: virus, bacterias o coccidias, pero es importante considerar como indica el investigador Ruiz et al., 2016, que en un cuadro entérico, la presencia de un agente infecciosos no es determinante para indicar que es el causante del brote de diarreas. Es importante indicar que los patógenos pueden actuar como agente primario, pueden causar un brote, pero en la práctica común se observa que los cuadros de diarreas al diagnóstico se encuentran como coinfecciones (Kongsted et al., 2018; Mesonero- Escuredo et al., 2018).
Prevalencia de enteropatógenos en lechones. Se han realizado investigaciones en todo el mundo que determinan la prevalencia de estos patógenos. Sin embargo, en muchos estudios las muestras fecales no fueron representativas porque habían sido tomadas por veterinarios en ejercicio o por los propietarios de los animales solo con fines de diagnóstico de rutina (Bergeland y Henry, 1982; Morin et al., 1983; Fitzgerald et al., 1988). Además, la mayoría de las investigaciones
se concentraron únicamente en patógenos individuales, dejando una falta de información sobre otros enteropatógenos relevantes (Roepstorff y Jorsal, 1989; Driesen et al., 1993; Otten et al., 1996 ; Meyer et al., 1999). Ocasionalmente, se investigaron muestras que habían sido recolectadas de animales representativos, sin embargo, su número era solo pequeño (Guscetti, 1991). Otra preocupación, es que las muestras fecales no suelen enviarse directamente al laboratorio de diagnóstico, sino que la misma muestra se pasa de una unidad de diagnóstico a otra para exámenes virológicos,
bacteriológicos y parasitológicos. Por lo general, los resultados de tales estudios no tienen en cuenta las
diferentes tasas de supervivencia de los patógenos.

Además, gran parte de los datos actualmente disponibles se basan en resultados de hace más de 10 años y no reflejan necesariamente la situación epidemiológica actual. Pero existe un trabajo muy bien realizado con muestras fecales de lechones con diarreas para detectar la eliminación de importantes patógenos parasitarios, virales y bacterianos. Los aislados de Escherichia coli, se analizaron adicionalmente para los genes de enterotoxina est ‐ Ia y elt ‐ I mediante hibridación por transferencia de colonias. Se diagnosticó Isospora suis en el 26,9% y Cryptosporidium parvum en el 1,4% de los lechones investigados. La proporción de animales positivos al coronavirus fue del 13,4% y el 4% fue positivo al rotavirus. Se encontró que el 17,6% de los animales estaban infectados con enterotoxigenic E. coli (ETEC; 10,1% ETEC ‐ ST ‐ Ia y 8,6% ETEC ‐ LT ‐ I, respectivamente). La aparición de patógenos se asoció significativamente con la edad de los animales examinados (P<0,001). Isospora suis se aisló predominantemente de lechones lactantes (en la segunda y tercera semana de vida), mientras que en los lechones destetados (cuarta semana de vida) el rotavirus y la ETEC fueron los más prevalentes. En 22 de las 24 granjas de producción de lechones examinadas se detectó al menos uno de los patógenos investigados.


Se diagnosticó coronavirus en 66,7%, I. suis en 62,5%, rotavirus en 20,8% y C. parvumen el 8,3% de las explotaciones. (Wieler, y otros, 2001).

Coronovirus
En cuanto a los coronavirus porcinos, el virus de la gastroenteritis transmisible (TGEV) y el virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV) también pueden causar brotes diarreicos con alta morbilidad y mortalidad en lechones recién nacidos. Sin embargo, desde 2014 los brotes más recientes en Europa se han relacionado con PEDV ( Carvajal et al., 2015 ; Laranjo et al., 2015 ).
Hay que recalcar algo importante de los últimos estudios realizados por (Wang, Vlasova, Kenney, & Saif, 2019), ellos indican que el virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV), el deltacoronavirus porcino (PDCoV) y el síndrome de diarrea aguda porcina-coronavirus (SADSCoV) son coronavirus emergentes / reemergentes (CoV). Causan gastroenteritis aguda en lechones recién nacidos. Los análisis de secuencia sugieren que PEDV y SADS-CoV pueden haberse originado a partir de CoV de murciélago y PDCoV de un CoV de gorrión, lo que reafirma la transmisión entre especies de CoV.
Los signos clínicos y la patogenia de los tres virus son similares. Se produce necrosis de las células epiteliales intestinales infectadas, lo que provoca una atrofia de las vellosidades que da lugar a una diarrea por malabsorción. La diarrea y los vómitos intensos pueden provocar la deshidratación y la muerte de los lechones.
La infección natural induce inmunidad protectora, pero no existe protección cruzada entre los tres virus. Además de las estrictas medidas de bioseguridad.

Agentes bacterianos
Escherichia coli ( E. coli )
Ha sido históricamente considerada uno de los principales agentes causantes de diarrea neonatal en los cerdos (Chan et al., 2013). Se han identificado diferentes patotipos de E. coli basados en la producción de toxinas y otros factores de virulencia. Las más comunes son las cepas de E. coli enterotoxigénicas (ETEC), caracterizadas por la producción de enterotoxinas (STa, STb y LT). Se han detectado otros patotipos de E. coli en lechones, como las cepas de E. coli enteropatógenas (EPEC), que producen intimina ( gen eae ), aunque con menor frecuencia ( Toledo et al., 2012).

Colibacilosis porcina.
Clostridium perfringes y Clostridium difficile Patógenos bacterianos anaerobios como cepas enterotoxigénicas de Clostridium perfringens (C. perfringens) tipo A (que producen toxina Cpα), C. perfringens tipo C (que producen toxinas Cpα y Cpβ) y Clostridium difficile (C. difficile) que producen enterotoxina A (TcdA) y / o citotoxina B (TcdB) en lechones enfermos ( Uzal y Songer, 2019 ).

Conclusión
Si bien es cierto, el diagnóstico de brotes de diarrea neonatal debe considerar los hallazgos clínicos y las lesiones, el patrón epidemiológico y la detección de los agentes infecciosos potencialmente involucrados.
Sin embargo, la mayoría de las veces el diagnóstico de enfermedades entéricas se centra principalmente en algunos agentes infecciosos predominantes. Pese a ello, en la mayoría de los casos, varios agentes con el potencial de producir diarrea en lechones se encuentran en el mismo brote.

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